Ayer el ministro de trabajo culpaba a la banca de ser uno de los culpables del paro, para que al rato la vicepresidenta económica saliera contradiciendo a Valeriano Gómez.
Hoy cuando estaba en el coche, escuche que un dirigente de la patronal de la banca (¡maldito alzhéimer! Que me hace olvidar los nombres o cargos) que decía que para mejorar la situación económica del país había que bajar la inflación y los salarios.
Argumentaba que tenemos que ser más competitivos en base a ser más productivos. Lo que no sabía es que la productividad se logra solo a base de bajar los salarios.
Este debate no tiene sentido, el paro esta ahí, y lo mejor seria hacer lo posible por solucionarlo.
Pero como recordatorio, el desplome comienza por la construcción, sector de la economía que era un globo hinchado desde la época del gobierno del Sr. Aznar, que no hizo nada por atajarle, ni tampoco el gobierno del Sr. Zapatero, y eso dio alas a la especulación en terrenos y viviendas, gran negocio para muchos empresarios y también bancos y particulares.
En ese momento nadie pensó en bajar salarios, ni tampoco en aplicar medidas correctoras a una situación tan desequilibrada ¿pero quien iba a osar parar la locomotora económica de la construcción? Si tiraba de todos los sectores económicos del país. También de la banca que concedía préstamos a cualquiera que lo solicitara y de manera harto generosa… “llévese unos miles mas de euros y así ya amuebla el piso y se compra coche nuevo” de ahí surgió el tener que alimentar con el dinero de todos a la banca, y la banca no se quejo, “son el alma de la economía sin ellos no se mueve nada” y así es, que ahora con la construcción parada, sobran pisos para regalar…, y sin ningún sector que tire del resto, la banca no da un préstamo a nadie si no tiene garantías mas que suficientes, cosa que entonces no se planteo con la construcción.
De aquellos males vienen nuestros políticos corruptos (los que estén, pero que están muchos imputados) haciendo grandes operaciones inmobiliarias con constructores, con pingües beneficios ilegales, y de esta situación de la política surge el descontento del 15M.
Aunque ciertos elementos estén teniendo un comportamiento antidemocrático, conviene que los políticos no se olviden de sus quejas y las tengan en cuenta.
¿Y ahora que hacemos...? Pues dado que los culpables deben pagar la pena… bajemos el sueldo a los empleados y obreros… aunque si me preguntan… el culpable mayor siempre serán los dirigentes políticos y económicos, que son los que toman las decisiones ¿ellos se van a bajar el sueldo?
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